CUERO, LATIGOS, ORGIAS LGTB+, ESCORTS CÉLEBRES Y MUCHA MÚSICA TECHNO

Ningún club de Alemania (y quizás de toda Europa) es tan favorable a la apertura sexual, a las escorts célebres, a la tolerancia como el famoso el KitKat-Club. Aquí casi todo vale. Frecuentemente, hay fiestas fetichistas, y el código de vestimenta tiende a los típicos atuendos sadomasoquistas, y a la desnudez.

No se trata de un club de intercambio de parejas, aunque si alguien quiere hacerlo no hay ningún problema. De hecho, las parejas son muy bienvenidas y tienen un precio diferencial. Es también un templo mundialmente reconocido para la música electrónica, particularmente sus estilos house, deep house, jungle y trance. Su nombre, por cierto, está tomado del club donde trascurría la acción de la multipremiada película, novela y musical “Cabaret”. Como film, con el protagonismo de Liza Minnelli y Joel Grey, ganó ocho premios Óscar, entre muchos más.

Y en cierto punto, ha querido rescatar el espíritu de ese mítico local de ficción. Es decir, su visión sarcástica de la vida, liberarse de ataduras sociales, reírse y disfrutar. En lo posible, de la manera más salvaje y con ánimo inclusivo.

Tres décadas de excesos

A mediados de los años 90′, los fundadores Simon Thaur y Kirsten Krüger probaron suerte en el circuito de clubes nocturnos de música “dance” que estaba explotando. Así, adquirieron el club “Turbine” y lo rebautizaron como KitKat Club.
Hacia 1999, el local resultaba chico ante la superpoblación de público predispuesto a las fiestas, algunas escorts célebres, y amantes de todas las prácticas sexuales imaginables. Más tarde la compañía se trasladó al Teatro Metropol de Berlín. Tuvo dos localizaciones más, y hoy se encuentra en el ex Sage Club, en Mitte. Al cabo de casi tres décadas, ahora es conocido y popular nacional e internacionalmente. También lo es porque allí, además de las fiestas desenfrenadas, se presentan los mejores DJs del mundo.

En sus seis plantas, además de las pistas de baile, tiene zonas chillout y al aire libre, y salas de juegos. Hay una piscina. Todo disponible para quien cumpla con un “dress code” fetichista: O sea, cuero, uniformes sado-masoquistas, estilo gótico, disfraces, etc.

Eventos para disfrutar con las escorts célebres de Berlín

#Las gigantescas fiestas de fin de año, por supuesto.

#Las “Carneball Bizarre KitKatClubnacht”: Legendarias. Son los sábados, y con la mayor concurrencia de la semana, en parte atraída por los estelares DJs que tocan esas noches.

#Carneval Erotica: El Kitty sigue siendo reconocido hoy por esa descomunal celebración a la tecnología, a la liberación sexual y al hedonismo en partes iguales, con una única edición hasta hoy.

#Las distintas fiestas “temáticas” que llenan el calendario semanal del club, adecuadas para los amantes de todo tipo de “parafilias”.

Este club ha contribuido a establecer a esta metrópoli como uno de los mejores destinos del mundo para los aficionados al techno. Y fomenta una imagen extremadamente liberal y permisiva de la ciudad. Esto último no siempre le resultó grato a las autoridades. En 2001, cuando el gobierno de Berlín era muy conservador, tuvo que cerrar y continuar su programación en la clandestinidad durante semanas. Decían que propiciaba la fornicación. Y… sí.

Cuando estés en Berlín, no dejes de visitar este templo del hedonismo. Siempre y cuando no te moleste ver a gente desnuda teniendo sexo de cualquier manera al lado de la pista de baile, o de tu mesa. O en cualquier parte.

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